hace un minuto prendí la hornalla y ahora
desde la ducha oigo la casa a través del agua.
esto tiene que valer,
que ser el comienzo de una ola
que va a terminar golpeando una piedra.
no se lava mi cara ni la luna,
estamos sin hablarnos desde hace tiempo
cuando perdí una de las formas de la fe
y empecé a creer en los días y la estampida
con la que secan la ropa y la fuerza.